La principal herramienta para el control de gestión del mantenimiento es la ORDEN DE TRABAJO, en la cual deben registrarse todas las actividades que se realizan sobre el equipo en reparación.
Monitoreando el estado de las ORDENES DE TRABAJO en ejecución se obtiene control sobre el estado de las actividades de mantenimiento menor y mayor.
Es aconsejable subdividirla en las siguientes voces:
-
Mano de
obra.
-
Repuestos
-
Materiales.
-
Subcontratos.
El cierre de la ORDEN DE TRABAJO, al terminar la
reparación y superar la inspección, nos da un valor exacto del dinero gastado
en el trabajo ejecutado. Esto es clave para comparar el resultado obtenido con
el VALOR RESIDUAL DEL EQUIPO INTERVENIDO.
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