EL FLUJO DE CAJA NETO es la relación entre el efectivo que entra y el efectivo que sale de la empresa. Se calcula agregando el beneficio neto a las amortizaciones verificadas en el período analizado, aplicando la siguiente fórmula básica:
FLUJO DE
CAJA = BENEFICIOS NETOS + AMORTIZACIONES + PROVISIONES + CUENTAS POR PAGAR –
CUENTAS POR COBRAR.
Si
el FLUJO DE CAJA NETO es positivo (Queda dinero en la caja), nos indica que los
ingresos de la empresa han sido mayores que los gastos, el negocio da una
utilidad.
Si
el FLUJO DE CAJA NETO es negativo, significa que estamos gastando más de lo que
ingresa. Debemos analizar el negocio, porque hasta este punto no es viable tal como
está planteado. Es aconsejable hacer cambios o dejar esta actividad.
El flujo de caja neto lo utilizan las empresas para medir y
evaluar el estado financiero de los ingresos, o en otras palabras, las
habilidades comerciales que emplea dicho negocio para generar dinero. Así,
tendremos claro si nuestra empresa es solvente o, por el contrario, necesita
remodelar su sistema para ofrecer garantías a los futuros clientes e
inversores.
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